domingo, 21 de septiembre de 2008

Forgetfulness




(Billy Collins former US Poet Laureate and one of America's best-selling poets, reads his poem "Forgetfulness" with animation by Julian Grey of Headgear.)

En el Día Mundial del Alzheimer.

Forgetfulness

The name of the autor is the first to go
followed obediently by the title, the plot,
the heartbreaking conclusion, the entire novel
which suddenly becomes one you have never read,
never even heard of,

as if, one by one, the memories you used to harbor
decided to retire to the southern hemisphere of the brain,
to a little fishing village where there are no phones.

Long ago you kissed the names of the nine Muses goodbye
and watched the quadratic equation pack its bag,
and even now as you memorize the order of the planets,

something else is slipping away, a state flower perhaps,
the address of an uncle, the capital of Paraguay.

Whatever it is you are struggling to remember,
it is not poised on the tip of your tongue,
not even lurking in some obscure corner of your spleen.

It has floated away down a dark mythological river
whose name begins with an L as far as you can recall,
well on your own way to oblivion where you will join those
who have even forgotten how to swim and how to ride a bicycle.

No wonder you rise in the middle of the night
to look up the date of a famous battle in a book on war.
No wonder the moon in the window seems to have drifted
out of a love poem that you used to know by heart.

Olvido

Lo primero que se te escapa es el nombre del autor…
después el título, enseguida el argumento,
al final; la novela completa.
Sucede de pronto, que nunca la habías leído
que ni siquiera habías oído hablar de ella,

como si uno a uno tus recuerdos
se hubieran retirado a un rincón lejano muy al sur de tu cerebro,
aldea de pescadores sin teléfono.

Hace mucho te tuteabas con las musas
y recitabas de memoria las más complejas ecuaciones matemáticas,
pero ahora, mientras repasas el nombre de los planetas,

algo se desvanece para siempre: el escudo de un estado,
la dirección de un pariente quizás, la capital de Paraguay.

Sea lo que sea lo que trates de recordar
no lo tienes en la punta de la lengua
ni siquiera en el lugar mas oscuro de tu anatomía.

Se fue flotando, por aquel río de la historia

cuyo nombre se inicia con L, (si mal no recuerdo)
muy adentro de tu propio sendero al olvido donde encuentras
a esos que ya no se acuerdan de cómo nadar o andar en bicicleta.

De nada sirve que te levantes a media noche
a buscar en la enciclopedia la fecha de tal combate.
Ni que la luna en la ventana parezca salida de aquel
poema de amor que alguna vez supiste de memoria.

jueves, 18 de septiembre de 2008

Hablando de poesía...


"Le tombeau des lutteurs", 1960 (René Magritte)


Introduction to Poetry
by Billy Collins

I ask them to take a poem
and hold it up to the light
like a color slide

or press an ear against its hive.

I say drop a mouse into a poem
and watch him probe his way out,

or walk inside the poem's room
and feel the walls for a light switch.

I want them to waterski
across the surface of a poem
waving at the author's name on the shore.

But all they want to do
is tie the poem to a chair with rope
and torture a confession out of it.

They begin beating it with a hose
to find out what it really means.


(De The Apple that Astonished Paris. Copyright © 1996 by Billy Collins.)

domingo, 14 de septiembre de 2008

Oxalá



Oxalá me passe a dor de cabeça, oxalá.
Oxalá o passo não me esmoreça.
Oxalá o Carnaval aconteça, oxalá.
Oxalá o povo nunca se esqueça.
Oxalá eu não ande sem cuidado.
Oxalá eu não passe um mau bocado.
Oxalá eu não faça tudo à pressa.
Oxalá meu Futuro aconteça.
Oxalá que a vida me corra bem, oxalá.
Oxalá, que a tua vida também.
Oxalá o Carnaval aconteça, oxalá.
Oxalá, o povo nunca se esqueça.
Oxalá o tempo passe, hora a hora.
Oxalá que ninguém se vá embora.
Oxalá se aproxime o Carnaval.
Oxalá tudo corra, menos mal.

(Letra e Música de Pedro Ayres Magalhães,
MADREDEUS, 2002 - Euforia)

I Hope ( May God Wish)
(Words and music by Pedro Ayres Magalhães.
Translated to Englis by the author.)

I hope my headache will pass.
I hope my steps would not get weaker.
I hope that the Carnival will happen, I hope.
I hope that the people will never forget.
I hope I would not walk without care.
I hope I would not go into a bad moment.
I hope I would not do everything rushing.
I hope my future will happen.
I hope life will go well for me, I hope.
I hope your life goes well to.
I hope that the Carnival will happen, I hope.
I hope that the people will never forget.
I hope time goes by, hour by hour.
I hope that nobody goes away.
I hope that Carnival gets closer.
I hope that everything will end well.

miércoles, 10 de septiembre de 2008

La lluvia amarilla



"Buchenwald", 1903 (Gustav Klimt)


Preparo una taza de café con leche. Nadie va a interrumpir este confortable silencio hasta dentro de un par de horas... Empiezo La lluvia amarilla, de Julio Llamazares (Biblioteca Breve. Seix Barral. Barcelona, 1988, 2007)

El tiempo se remansa, las imágenes de un paisaje que conocí en mi adolescencia empiezan a dibujarse, se entremezclan viejos recuerdos… Leo la historia de un pequeño pueblo perdido en el Pirineo que se va despoblando irremediablemente, cumpliendo un destino fatal, común a tantos otros pueblos que van quedando abandonados, que se oxidan con “la lluvia amarilla”… el paso del tiempo, el olvido… Subrayo una y otra cita, doblo las esquinas de algunas hojas para poder recuperar el rastro de los pasajes más significativos, más conmovedores y auténticos… Hallo mis huellas en la nieve… se dirigen hacia un mundo de ruinas que conozco, oigo mis latidos en medio del sobrecogedor silencio que emerge de estas páginas… Me he visto vagando por ese frío paisaje, entre la memoria y el olvido, empapada en lluvia amarilla, donde el dolor del tiempo y el silencio es tangible y los recuerdos tienen nombre propio…

[...]
A veces uno cree que todo lo ha olvidado, que el óxido y el polvo de los años ha destruido ya completamente lo que, a su voracidad un día confiamos. Pero basta un sonido, un olor, un tacto repentino e inesperado, para que, de repente, el aluvión del tiempo caiga sin compasión sobre nosotros y la memoria se ilumine con el brillo y la rabia de un relámpago… Aquella noche, además, el recuerdo estaba aún en carne viva. O mejor: ni siquiera era un recuerdo todavía, sino la sucesión interminable de una imagen que seguía habitando en mi mirada...
[…]
Pero al igual que las palabras cuando nacen crean silencio y confusión en torno suyo, los recuerdos también dejan bancos de niebla a su alrededor. Bancos de niebla espesos y cambiantes, que la melancolía de los años va extendiendo sobre aquéllos y que convierten la memoria en un paisaje extraño y fantasmal
[…]
…Y,… ahora que… mi memoria se deshiela por completo, como la tierra bajo el sol después de un largo invierno, abro otra vez los ojos, miro a mi alrededor y encuentro solamente este dolor de humo bajo el pecho, en los pulmones…
[…]
El tiempo acaba siempre borrando las heridas. El tiempo es una lluvia paciente y amarilla que apaga poco a poco los fuegos más violentos. Pero hay hogueras que arden bajo la tierra, grietas de la memoria tan secas y profundas que ni siquiera el diluvio de la muerte bastaría tal vez para borrarlas. Uno trata de acostumbrarse a convivir con ellas, amontona silencios y óxido encima del recuerdo y, cuando cree que ya todo está olvidado, basta una simple carta, una fotografía, para que salte en mil pedazos la lámina del hielo del olvido…
[…]
Durante muchos años, habíamos tratado de vivir de espaldas al recuerdo y de olvidar incluso la esperanza. Pero es difícil acostumbrarse a vivir con un fantasma. Es muy difícil borrar de la memoria las huellas del pasado cuando la duda alimenta el deseo y acumula esperanzas sobre la negación. La muerte tiene, al menos, imágenes tangibles: la tumba, las palabras, las flores…
[...]

La voz del protagonista que habla en 1ª persona se mezcla con la de sus fantasmas, con el delirio del aislamiento y la soledad y con mi propia voz interior… Poco a poco me voy vaciando, diluyendo, descolgando, como las hojas amarillas de los chopos que se desprenden cuando sopla el viento de Francia…

Justo en el ecuador del libro hago una pausa. He de escribir todo esto. Siento que “la lluvia amarilla” acecha nuevamente… Necesito abrir esta ventana… El aire está enrarecido por el humo, un humo denso…
Antes que las zarzas invadan nuestra puerta, antes que las raíces revienten los muros, antes que la nieve acumulada sobre nuestra casa vacía amenace con desplomar su tejado, he de encender un gran fuego que invite a quedarse...









jueves, 4 de septiembre de 2008

La mala racha


Lady of Shallot, 1888
(John William Waterhouse)



"Mientras dura la mala racha, pierdo todo. Se me caen las cosas de los bolsillos y de la memoria: pierdo llaves, lapiceras, dinero, documentos, nombres, caras, palabras. Yo no sé si será gualicho de alguien que me quiere mal y me piensa peor, o pura casualidad, pero a veces el bajón demora en irse y yo ando de pérdida en pérdida, pierdo lo que encuentro, no encuentro lo que busco, y siento mucho miedo de que se me caiga la vida en alguna distracción."

(Eduardo GALEANO, El libro de los abrazos, 1989)