lunes, 18 de mayo de 2009

In memoriam (II)


Finalmente, Benedetti se nos fue, como siguiendo el rastro de su colega Idea...

Estamos tristes.

La prensa llega hoy llena de artículos en la sección de cultura o en la de obituarios.


He aquí sus versos, una vez más, como pequeño homenaje.


DESDE EL ALMA

Vals

Hermano cuerpo estás cansado
desde el cerebro a la misericordia
del paladar al valle del deseo
cuando me dices/ alma ayúdame
siento que me conmuevo hasta el agobio
que el mismísimo aire es vulnerable

hermano cuerpo has trabajado
a músculo y a estómago y a nervios
a riñones y a bronquios y a diafragma
cuando me dices/ alma ayúdame
sé que estás condenado/ eres materia
y la materia tiende a desfibrarse

hermano cuerpo te conozco
fui huésped y anfitrión de tus dolores
modesta rampa de tu sexo ávido

cuando me pides/ alma ayúdame
siento que el frío me envilece
que se me van la magia y la dulzura

hermano cuerpo eres fugaz
coyuntural efímero instantáneo
tras un jadeo acabarás inmóvil

y yo que normalmente soy la vida
me quedaré abrazada a tus huesitos
incapaz de ser alma sin tus vísceras.

...




Añado unas imágenes. Gracias, José Antonio.




Y una última cita. Gracias, Inma.

72. NO VOY A IRME

No voy a irme así nomás. Tendrán que echarme sin motivo. Yo y mis valores en la tierra decimos no, que aguantaremos.

Pueden mandarme vendavales o filatelias del agravio: la colección de mis descuidos, de mis erratas, de mis queridos disparates, de mis tropiezos evitables, de mis inútiles extravagancias, de mis escándalos de ateo.

No voy a irme así nomás, por algo aquí me concibieron y fui nacido y caminé descalzo sin herirme, dialogando con el silencio y con el mar y con las nubes, con lluvia y sol tan incesantes y siempre con algún secreto, minúsculo o tremendo pero mío, como una forma de eludir cierta carcoma inevitable.

No voy a irme así nomás. Si soy superfluo o desolado, la trayectoria de mis culpas se va y regresa con lo aprendido, y yo la espero aquí en mi noche.

No voy a irme y si me voy, será para estudiar la nada.

(Vivir adrede, M. BENEDETTI, 2007)